Xupa Rueda: 5K Cursa Besos-Maresme: 3º en un mal día, sabe a gloria

Llegan ya las últimas carreras de esta primera parte de la temporada. Estoy realmente contento de como he llegado a este punto, pero también es verdad, que tanto cuerpo, como mente, me piden ya un respiro. La sensación es de ir con el deposito casi vacío, y que voy tirando por inercia gracias al buen momento de forma que he llegado a tener. Con esta sensación llegaba a la carrera de Besos-Maresme, disputada el domingo 12 de junio.

La carrera, pese a la sencillez que mostraba estaba correcta. El dorsal lo recogieron por mi, así que nose como funciono ese tema, y el guardarropa no contó con grandes colas y funcionó bastante bien. Precio razonable, bolsa del corredor correcta, el sorteo de 2 gafas al finalizar, unas para la carrera de 5k y otra para la de 10k. El circuito, aunque parece rápido, es complicado. Mucho giro, que se hace complicado de correr, tanto física, como mentalmente. Seguramente no quedara gravado, como uno de mis circuitos preferidos. A veces, también es verdad que este dato, depende de si hemos ido cómodos, si el resultado nos ha acompañado...pero pasé tanta penuria toda la carrera, me torturó tanto, que no me dejó buen recuerdo.

La carrera salía a las 8:30, eso es sinónimo de madrugón muy importante. Ya el sábado no tuve buenas sensaciones entrenando, pero esperaba que el domingo la cosa cambiara. Pues no fue así. Salida rápida, que para mi fue rapidísima. Quise entrar en el grupo de cabeza, después de perder algunos metros en la salida.

Llevábamos poco más de 400 metros, y ya vi que las piernas iban acartonadas. De hecho, ya iba fuera de punto, y acabábamos de salir. Pues no quedaba otra que aguantar el sufrimiento hasta meta. Cuando es un 5k, siempre me mentalizo que son unos minutos.

Al paso por el km 1, solo, empecé a coger a Ernest Sans que iba a hacer el 10k. Llegué a su altura y me puse a tirar. Ya le dije que yo iba a por el 5, y era absurdo que desgastara él, durante esta primera vuelta. Tiré con todo lo que llevaba, y los kilómetros pasaban muy lentos. Giro de 180º cerca del kilómetro 3 para acabar de romperme, y otra vez sufrimiento extremo. Cerca del km 3,5 nos daba caza Iban Mañer. Venía rápido. Me pegue a él unos metros, pero vi que me iba a sacar de punto.

Me deje caer hasta el km4. Necesitaba coger aire, para volver a la carga en el último kilómetro. El invento salió bien. Hice un último kilómetro muy rápido. Volví a cazar a Ernest, y ya llegando a Iban.