El pasado sábado, día 9 de Mayo, se celebró en Barcelona el cross de Can Caralleu, después de anularse hace unos meses por el mal tiempo. Esta carrera estuve apunto de correrla el año pasado, pero al final me decidí por otra y no la corrí. Este año la tenía marcada en el calendario, porque es una distancia en la que aun me puedo defender, y un terreno, que pese a no ser el mio, me divierto mucho.
De la organización de la carrera solo se pueden decir cosas buenas. El diseño del circuito es sencillamente perfecto. Senderos preciosos y muy divertidos de correr, voluntarios en los puntos más complicados, un marcaje perfecto, señalización al entrar en tramos peligrosos, referencias kilométricas cada 2 o 3 kilómetros aproximadamente. En este aspecto, organización modélica. La recogida de dorsales y guardarropa sin colas, las instalaciones de que disponen con baños y vestuarios impecables. Butifarrada al terminar. A alguien se le ocurre un escenario mejor? A mi no. Además creo que esta nueva fecha, con mejor tiempo, invita a ir con la familia, ya que la espera en las instalaciones de Can Caralleu, puede ser bastante amena. Yo por lo menos, si repito, y la fecha se mantiene, no dudaría de ir acompañado. El único pero, es que la entrega de premios empezó con 45 minutos de retraso, sobre el horario que ponía en la web y entre una cosa y otra, no salimos de allí hasta pasadas las 13:30 PM.
Por mi parte, aunque se que estoy fuera de mi hábitat natural, me encanta correr este tipo de carreras. Diferentes a lo que hago habitualmente. Se que penalizo mucho en algunas partes de la carrera, pero mi estado de forma actual puede compensarlas y así intentar conseguir un buen resultado. De los entrenos no tengo nada que decir. Si no hay lesiones, yo mantengo mis 3 días semanales, a 6 km cada día, más el día de la carrera, para sumar 18 km de entreno, + 5, 10 o 15 dependiendo de la distancia de la competición. Así que esta semana han tocado 33 km.
Esta vez por suerte me he levantado tranquilo y con tiempo de sobras para desayunar relajado mis cereales de kamut con batido de kamut y cacao gentileza de www.chef-s.es , un buen desayuno para carreras de este tipo.
La carrera salía un poco tarde. A las 10:15 AM, que con el cambio de fecha, hizo que nos tocará sufrir el calor de lo lindo. A diferencia de otras carreras, en la salida pocas caras conocidas. Esto hacía difícil saber cual podía ser mi sitio en la clasificación final, pero calculaba que sobre la posición 10 podía estar bien.
Ya de salida, el ritmo no parecía altísimo, pero sí había gente bastante ansiosa por ocupar las primeras posiciones.
Después de los primeros 200 o 300 metros, entrabamos en el parque de la Oreneta, donde daríamos una vuelta grande. Por delante se iban juntos el que iba a ser el ganador final, con Roman Kessler que haría segundo. Poco a poco me iba acercando a ellos, hasta que al final podía darles caza. Me estaba encontrando cómodo, y el ritmo que marcaban era constante y llevadero. Con ellos las diferencias en relación a los perseguidores se abrían bastante rápido, y eso me iba a dar un buen margen para el resto de carrera.
Ya próximos al kilómetro 3, encarábamos una rampa con una gran pendiente. Al acceder a ella, los 2 compañeros de viaje siguen corriendo de puntillas. Lo intento, pero me es imposible. No tengo piernas para eso, y no era momento de dejarse la vida, con toda la carrera que quedaba, así que me ponía a caminar. Manos a las rodillas y paciencia. Aún así, la dureza era importante, y llegaba a la carretera de las aguas con un dolor de piernas importante. Trote de recuperación, y nuevo tramo en subida. Esta vez si lo podía hacer corriendo. Con paciencia corono y llego al primer punto de agua. Trago corto y mirada para comprobar donde viene el perseguidor. Lo tenía cerca, Emilio venía pisándome los talones, pero en principio no creía que pudiera cogerme. Inicio una bajada larga, que la hago muy rápido, o eso creía. Al terminar, giro a la derecha y veo que Emilio viene ya a pocos metros de mi. Me había recortado muchisimo en poco trozo.
Entramos en un sendero precioso, sube y baja, muy divertido. Decidí exprimirme para volver a abrir diferencias. Me iba afianzando en la tercera posición, y las sensaciones eran buenas. Alguna bajada complicada, y más senderos. Ya en el km 9 empezaba el tramo duro de la carrera, tendencia a subir, y las piernas empezaban a a ir cascadas, pero para mi esta parte del recorrido era vital para aumentar las diferencias con el perseguidor, si quería mantener mis opciones a podium.
Del km 9 al 13 sufrí muchísimo. Me obligué en tramos que iba vacío y con ganas de caminar. El calor apretaba con fuerza y me estaba dejando grogui. Suerte que antes de afrontar la última subida había otro avituallamiento. En la última subida me dejé la vida. Un dolor de piernas...Una vez arriba, había un tramo de 100m para recuperar. Un voluntario me indica la entrada a un sendero casi invisible. Empezaba mi calvario. Bajada, para mi, y en ese momento, muy técnica. Pendiente fuerte, camino contraperaltado. Las piernas no me aguantaban casi, y aunque quería ir rápido, no tenía capacidad para hacerlo. Hay un salto en la bajada, dudo un poco y acabo en el suelo de culo. Sigo la bajada con más precaución, si eso era posible. Se acerca el tramo final de la bajada, un poco más cómodo y accedo ala carretera de las aguas. Aquí si noto que voy reventado.
Llevo un ritmo cansino y pesado. Mirada, y Emilio aparecía a lo lejos. Ya me podía espabilar, porque quedaba un último tramo de bajada nada cómodo. Final del descansito y nueva bajada. Acceso complicado, bastante pendiente con algo de piedra suelta. Fuerzo todo lo que puedo y me doblo el tobillo. Noté como se me iba y no era capaz de corregir. El dolor fue importante. El siguiente apoyo aun fue peor. No podía casi apoyar. Seguí cogeando un trozo, pero no quería pararme.
Entro en una parte estrecha, no caben 2 pies juntos. De perdidos al río. Bajo con bastante descontrol para acabar el descenso y volver a entrar a la zona del parque que rodea el complejo deportivo de Can Caralleu. Este tramo se me hizo eterno, y Emilio venía muy cerca. Momento de exprimir hasta la última gota de energía. Entrada a Can Caralleu, corto paso por el interior del reciento para acceder a la pista de atletismo.
 |
| Preparativos (Fuente: Clubs Claror) |
 |
| Apunto para calentar (Fuente: Clubs Claror) |
 |
| Salida (Fuente: Clubs Claror) |
Ya próximos al kilómetro 3, encarábamos una rampa con una gran pendiente. Al acceder a ella, los 2 compañeros de viaje siguen corriendo de puntillas. Lo intento, pero me es imposible. No tengo piernas para eso, y no era momento de dejarse la vida, con toda la carrera que quedaba, así que me ponía a caminar. Manos a las rodillas y paciencia. Aún así, la dureza era importante, y llegaba a la carretera de las aguas con un dolor de piernas importante. Trote de recuperación, y nuevo tramo en subida. Esta vez si lo podía hacer corriendo. Con paciencia corono y llego al primer punto de agua. Trago corto y mirada para comprobar donde viene el perseguidor. Lo tenía cerca, Emilio venía pisándome los talones, pero en principio no creía que pudiera cogerme. Inicio una bajada larga, que la hago muy rápido, o eso creía. Al terminar, giro a la derecha y veo que Emilio viene ya a pocos metros de mi. Me había recortado muchisimo en poco trozo.
Entramos en un sendero precioso, sube y baja, muy divertido. Decidí exprimirme para volver a abrir diferencias. Me iba afianzando en la tercera posición, y las sensaciones eran buenas. Alguna bajada complicada, y más senderos. Ya en el km 9 empezaba el tramo duro de la carrera, tendencia a subir, y las piernas empezaban a a ir cascadas, pero para mi esta parte del recorrido era vital para aumentar las diferencias con el perseguidor, si quería mantener mis opciones a podium.
Del km 9 al 13 sufrí muchísimo. Me obligué en tramos que iba vacío y con ganas de caminar. El calor apretaba con fuerza y me estaba dejando grogui. Suerte que antes de afrontar la última subida había otro avituallamiento. En la última subida me dejé la vida. Un dolor de piernas...Una vez arriba, había un tramo de 100m para recuperar. Un voluntario me indica la entrada a un sendero casi invisible. Empezaba mi calvario. Bajada, para mi, y en ese momento, muy técnica. Pendiente fuerte, camino contraperaltado. Las piernas no me aguantaban casi, y aunque quería ir rápido, no tenía capacidad para hacerlo. Hay un salto en la bajada, dudo un poco y acabo en el suelo de culo. Sigo la bajada con más precaución, si eso era posible. Se acerca el tramo final de la bajada, un poco más cómodo y accedo ala carretera de las aguas. Aquí si noto que voy reventado.
Llevo un ritmo cansino y pesado. Mirada, y Emilio aparecía a lo lejos. Ya me podía espabilar, porque quedaba un último tramo de bajada nada cómodo. Final del descansito y nueva bajada. Acceso complicado, bastante pendiente con algo de piedra suelta. Fuerzo todo lo que puedo y me doblo el tobillo. Noté como se me iba y no era capaz de corregir. El dolor fue importante. El siguiente apoyo aun fue peor. No podía casi apoyar. Seguí cogeando un trozo, pero no quería pararme.
 |
| Tocó sufrir para llegar (Fuente: Clubs Claror) |
300 metros, vuelta para disfrutar del momento y acabar cruzando la meta en tercera posición con un tiempo de 1h 04 min para completar los 15 kilómetros.
El recorrido es una pasada y se nota mucho la diferencia entre unos corredores y otros, los que tienen piernas recuperan en las subidas y llano y los que tienen técnica recuperan en las bajadas. Yo la sufrí muchísimo porque volvía de dos meses de parón por la rodilla y muscularmente padecí una tortura. Pero... no me la podía perder.
ResponderEliminarFelicidades por ese pedazo de podio!