El domingo 3 de noviembre, el barrio de Sants de Barcelona celebró su ya tradicional cross. Una carrera que ya suma nada más y nada menos que 35 ediciones.
Pese a estar apuntado me tocó ver la carrera como espectador, y es que las molestias que venía arrastrando durante toda la semana en el aductor no me hubieran permitido correr con normalidad. Ante una situación así no valía la pena arriesgarme a que el problema fuera a más y tirarme después más tiempo del deseado para recuperarme. Este tipo de cosas son las que a la mayor parte de la gente le cuesta entender. Parece que perderse una carrera es el fin del mundo, y hay que correrla aunque uno acabe arrastrando la pierna al más puro estilo película de guerra. Solo les falta entrar a meta al grito "Charlie me han dado, me han dado!!!"
Mi teoría, es que hay que forzar, cuando toca forzar. Si te estas jugando una final o una general, en el deporte que sea, quizá ese día toque ver hasta donde aguanta el cuerpo y probar por si en un golpe de suerte se obtiene un resultado positivo. Aun en este caso, es muy probable que la lesión vaya a peor. Pero en teoría al ser algo tan concreto e importante, el factor riesgo ya se asume y calcula, y en cualquier caso ya se preve un tiempo de descanso post competición en el que él deportista se dedicará a la recuperación de la lesión.
Traducido al idioma del corredor sería algo así. Mi objetivo en esta vida es correr una maratón. Llevo 4 meses preparándola y me lesiono justo la semana antes. En este caso, el corredor, podría probar suerte y salir a correr, siempre asesorado por el fisio, que intentará minimizar los daños. Tanto los días previos, como el día de la competición. Si se toma este camino, lo más probable es que después se tire un tiempo largo sin correr. Pero como he dicho, si es el objetivo existencial de su vida, ya se le pondrá remedio después. Evidentemente, hay lesiones que no dejan lugar a duda y que es seguro que no se puede correr, yo en todo este rollo os hablo de lesiones que como mínimo dejan opción a la duda.
Como ejemplo, está mi maratón del año pasado. Llegaba al día marcado después de arrastrar una lesión de meses. Decidí salir, y ver como iba. Km 34 cuando ya llevaba 3 km con dolor decidí no arriesgar nada y retirarme. No quería recaer, y quería estar corriendo en 2 semanas otra carrera y las que venían después. Decisión acertada. Si hubiera seguido hasta meta, ahora sería finisher pero a saber el tiempo que habría pasado recuperandome de la recaída.
Así que espero que le pongáis cabeza. No vale la pena alargar la agonía solo por el hecho de poder salir a una carrera. Al final no se está en los tiempos y acabas con dolor y amargado porque duele. Más vale perderse una o 2 carreras y hacer 3 buenas, que correr 5 malas.
Espero recuperar pronto y estar dentro de 2 semanas en el Camp de l'Arpa i el Clot. Carrera que el año pasado me fue muy bien, y en la que me gustaría repetir un buen resultado.
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