22 de mayo de 2013

Uphill Tibidabo: 4º de la General


El Sábado 18 de Mayo, se disputó la subida al Tibidabo. Una carrera de 9km por montaña, que acumula 500m de desnivel positivo. Con estos datos, poco hay que añadir. Es una carrera bastante dura, y si encima está el terreno mojado, en algunos tramos un poco embarrado, llevas bambas de asfalto gastadas y es la primera carrera de este tipo que haces te sale un coctel muy divertido.

La suerte es que después de la carrera de 9 barris, de hace 2 domingos, me iba encontrando mejor. Poco a poco volvía a mi estado normal, así que podría correr con relativa normalidad la carrera del sábado.  La idea era poder entrenar un poco durante la semana, pero entre el trabajo y la lluvia pasé de salir hasta el viernes por la mañana. El viernes me hice un rodaje suave de 4km para mover un poco las piernas y el resto de días los pasé a base de compex. Evidentemente no es como un entreno, pero algo es algo.

La organización de la carrera estuvo genial. El circuito muy bien marcado, por lo menos yo no tuve problema en ningún punto (algo que me preocupaba un poco, que al ser la primera y no estar acostumbrado me pudiera pasar algún cruce. Pero la verdad es que estaba todo perfecto). El recorrido no estaba cerrado para la carrera, podías encontrarte gente en bici, o caminando, pero tampoco lo considero un problema. Al fin y al cabo si cada uno pone de su parte no hay conflictos posibles. El guardarropa también funciono genial. 2 furgonetas subían las mochilas desde la salida a la llegada, y al acabar la carrera ya estaban allí todas preparadas. El trofeo original, sorteo de Buff al finalizar la entrega de premios, y una bolsa del corredor normal. En ese sentido al nivel de muchas otras.

Después de pasarse toda la semana lloviendo, ya esperaba un recorrido bastante mojado y embarrado. Pero no esperaba que para acabar de rematarlo a poco más de 45 min del inicio de la carrera se  pusiera a llover con fuerza. Corto pero intenso el chubasco. Ya en la salida ambiente frío y barrillo en la linea de salida. Un escenario ideal para estrenarse en este tipo de carreras. Yo como un primo con mis bambas de asfalto, y encima gastadas, pero no me iba a poner las que uso ahora y machacarlas por la montaña, y bambas de trail no tengo. Ya vestido de romano y preparado para la batalla tocaba calentar, y calentar bien para que la primera subida no se atragantara. Y es que los primeros 300 metros o así eran en subida, y subida dura. 

A las 9:10, 10 minutos después de que los más jóvenes iniciaran su carrera, dieron el pistoletazo de salida. Ya desde el segundo uno me rompieron mis planes. Esperaba una salida rápida, pero con cierta calma tensa. Y más teniendo en cuenta como era la primera subida. Pero nada, alguien se puso tozudo y tocó empezar a resoplar antes de lo previsto, con regustillo a sangre en el pecho. Durante la subida, y al ver que no se acababa de romper el grupo, me dejé caer un poco, porque a ese ritmo me iban a sacar de punto y sabía que el tramo llano de las aguas era bueno para mi. Con la primera subida acabada, coroné sobre la posición 8 o así, empezaba un llano buenísimo por la carretera de las aguas ideal para coger ritmo y acabar de situarse en la carrera. Tiré yo solo a mi ritmo, un pesado sin camiseta me cogió y me atacó. Se me hizo extraño, pero ya se apañaría él. Seguía a lo mio, y sin cambiar de ritmo volví a cogerlo y pasarlo. Pero me volvió a atacar. Se repitió la misma escena y me atacó una tercera vez. Evidentemente lo cacé justo al empezar la segunda subida y se quedó. Desde aquí quiero decirle y en mayúsculas. GLOBERO!!!!!! Con la mosca cojonera arrastrándose por la subida empezaba el segundo tramo de ascensión. El más largo. Cuestión de poner un ritmo constante y fuerte. Pasé incluso a gente que subía en bici y poco a poco fui cogiendo a los 2 corredores que llevaba por delante. Llegué a su altura y se quedaron de rueda.  En mis cálculos, pensaba que iba  6º y justo al final de este segundo tramo llegaba a otro corredor. Que yo pensaba que era el 5º y resulta que era el 3º. Con él iniciaba la tercera subida, una trialera estrecha, con bantante piedra. Entraba a nosotros en este tramo otro corredor que iba a marcar el ritmo de subida. Yo iba que parecía una bailarina, resvalando por las piedras. A quien se le ocurre ir con slicks a la montaña... Con la tercera subida superaba tocaba bajar. Esto si que fue un calvario para mi. Yo no se si iban a muerte o no. Pero a mi me iban sacando los ojos. Sabía que si no aguantaba se me iba la carrera del todo, así que me tocó arriesgar y pegarme 2 o 3 sustos buenos. La táctica era clara, donde pisaran ellos pisaría yo. Por suerte no hice ningún aterrizaje de emergencia. Con el único tramo de bajada superado llegaba la parte decisiva de la carrera. 3º, 4º, 5º y 6º de la carrera juntos y subida constante, con bastante pendiente que nos llevaría hasta el parque de atracciones del Tibidabo. Justo al acabar la bajada, el corredor que al final hizo 3º nos metió 100 metros en los primeros 500m de subida y ciao ciao, ya no pude cogerlo. Volví a poner mi ritmo y por suerte se quedaron los otros 2 compañeros. Zona dura, de sendero estrecho. Las piernas empezaban a picar y a ir vacías. Perfectamente se podría subir caminando, pero intenté correr como podía hasta que por fin llegué a la carretera que da acceso al parking del Parque de atracciones. La pendiente era fuerte y punteando como si quisiera clavar la punta en el asfalto iba avanzando. Paciencia era lo que hacía falta. Ya se veía la entrada al parque, pero no se llegaba nunca. Una vez dentro del parque pequeñas subidas, bajadas, falsos llanos que hice rapidísimo para que no me cazaran por detrás y para intentar recortar distancia con el 3º. Así llegaba a la última subida. Durísima, un pepino de los buenos con 3 paellas. Hecho a mala ostia. No sabía si dejarme la vida o guardar un punto por si quedaba algo más. Decidí guardar algo, pero el 5º se me acercaba. Al acabar la subida lo llevaba pegado, aceleré con fuerza. No se porque pero llevaba gas para arrancarle. A lo lejos se veía el primero de los arcos de meta. Seguía girando ligeramente hacia mi derecha y aparecía el segundo de los arcos. Pensé "mierda" no me da tiempo de cogerlo. Y así fue. Me tuve que conformar con ser 4º con un tiempo de 41 min 10 seg.

Es la primera vez que me da rabia no conocer el final. Creo que de conocerlo hubiera podido llegar al 3º. Si después en un sprint me hubiera ganado o no ya es otra cosa. Pero creo que llegar, hubiera podido llegar. Con la carrera terminada, y un regustillo amargo, me volvía para casa como si fuera un abuelete de 80 años, arrastrando la pierna izquierda con claros signos de ciática. La bajada me había hecho más daño de lo que creía. A última hora de la noche el dolor era bastante fuerte. Por suerte he podido mejorar con cierta facilidad para hacer vida normal. Pero ayer martes probé a correr y no aguanté más de 10 minutos. Toca seguir cuidándose e intentar llegar al 100% el domingo, donde creo que puedo luchar por algo interesante.






No hay comentarios:

Publicar un comentario