17 de septiembre de 2012

Cursa de la Mercè 2012: El 52 de la general.


Ayer domingo se disputó la Cursa de la Mercè. Y como no podía ser de otra forma, ahí estaba yo para darlo todo y como no podía ser de otra forma, teniendo en cuenta que es Barcelona, para volver a tragarme la gran vía por 3ª vez este año y creo que me queda una 4ª si voy a la Jean Boin. Otra de las avenidas por excelencia en los recorridos Barceloneses es la avenida del Paralelo, la gente dirá misa pero el Paralelo sube y si es de llegada se engancha que da gusto. Evidentemente son recorridos muy buenos para correr, pero rápido lo que llamaríamos rápido tengo la sensación que hay otros mejores.

En día de carrera, yo soy de rituales fijos en todo. Debo reconocer que soy un manías para estas cosas, pero me gusta hacerlo todo exactamente igual. En resumen, suena el despertador, lo apago, doy alguna que otra vuelta por la cama para desperezarme, baño, desayuno, paseo al perro, mochila a la espalda y según la localización de la carrera, bus, metro, ferro o tren. Así que lo de siempre.

Una vez en la salida, los preparativos pre-competición. Cambio de calcetines y bambas, tiritas nasales (vale que no hacen nada las tiritas.... que son un engañabobos... que si mi abuela tuviera ruedas no sería mi abuela y sería una bicicleta.... lo que queráis pero a mi me funcionan). Es más que evidente que no bajare 5 min, ni 10 segundos, pero esa pequeña abertura para poder respirar mejor por la nariz a mi me parece una bendición.

Ya con todo preparado y el calentamiento listo, al matadero o lo que es lo mismo a la jaula. Por primera vez salía en el primer cajón en una carrera de estas dimensiones, algo que es muy bueno por un lado, y no tan bueno por otro y más adelante explicare porque. Pues a las 9:30 el alcalde de Barcelona alzaba la pistola, apretaba el gatillo 1,2,3... y eso no disparaba, creo que a la 6ª lo consiguió y PUM, no se si fue por el tiro, si alguien por detrás gritó TSUNAMI.... TERREMOTO... algo así debió pasar porque corrían como desgraciados. La salida limpia, sin toques en la primera curva. Encaramos parelo con la 3ª marcha metida, pongo 4ª, 5ª y el motor ya al límite. Cuando nos acercamos al km 1, la gente me pasaba con la 6ª metida, vaya sensación tan extraña. Pensaba que iba parado, era casi un cono, pero miro el reloj 3:18 el primer kilómetro. Era más que evidente que tenía que levantar el pie y coger el carril de camiones, poco más se podía hacer. Cuando ya estaba yo en esas, me pasa mi amigo Miguel Ángel y me dice "Eric donde vas tan rápido" toda la razón tenía. Subo calle Calabria intentando encontrar mi ritmo, difícil cuando va pasando gente, cada vez menos pero iban pasando, y seguía con mi sensación de estar corriendo fatal. Y ahí llegaba yo, a la Gran Vía, otra vez. Por fin me olvido de todo, consigo encontrar mi ritmo y me hago todo el tramo de Gran Vía hasta Paseo San Juan solo. En este punto, km 4 más o menos me coje un grupo de 5. Dios aprieta pero no ahoga, eso dicen no? Pues eso, me había enviado un grupo, mi grupo!!! POR FIN!!! Ese grupo que te exige un puntito más, pero que te lleva dentro de tus límites. Era perfecto. Con esta compañía tan agradable pude llegar al km 7,5 aprox donde se rompió. Así que otra vez a correr solo, esta vez ya hasta meta. Paso por el km 8 sin novedades, y encaro el Paralelo en subida, menuda gracia 1,5 km a meta aun. Se me hizo interminable, yo quería, pero las piernas a falta de 800m estaban más que clavadas. Al final 35:55, por los pelos. Si me duermo un poco no bajo de los 36. Pero la verdad que muy contento de las sensaciones y el ritmo de carrera.

En 2 semanas estaré en los 5k de San Joan d'Espi, ahí si que me tocará meterme un buen sofoco, pero valdrá la pena para hacer un buen trabajo de intensidad.

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