Como ya dije en una entrada anterior, yo Belga o Italiano y como Italiano de las 3 grandes vueltas me quedo con el Giro de largo.
Esta claro que el Tour es la carrera que la gente de la calle conoce más, sobretodo después de las heroicidades de Indurain o Perico, y por el seguimiento que tiene en las televisiones, periódicos, radio... hasta tal punto, que en España si un ciclista no se deja ver en el Tour, yo diría más, sino gana un Tour es un don nadie. Ya puedes tener un palmares con cientos de carreras, que si en él no figura un primer puesto en el Tour de Francia, ante los ojos del público Español no eres nadie. El Tour en nombre es la carrera más famosa, la que da más prestigio tiene, pero yo como aficionado al ciclismo, creo que como carrera y como espectáculo el Giro le da mil vueltas al Tour. No nombro la Vuelta a España, porque por desgracia, bajo mi punto de vista es una carrera descafeinada en todos los sentidos pese a los muchos esfuerzos que hacen por hacerla más atractiva.
Yo me quedo con el Giro por muchos motivos. Es una carrera diferente, tiene algo especial. No cuenta con el mejor cartel en cuanto a los corredores que participan, pero sí con el mejor recorrido. Un recorrido atractivo, en el que cada año se sacan de la manga una llegada o un puerto nuevo. Se atreven con etapas maratonianas, llegadas ratoneras, carreteras de tierra... donde menos te lo esperas te meten una emboscada de la que salen vivos 4 gatos y el resto a arrastrarse. Y no nos engañemos, si el ciclismo no apuesta por este tipo de carreras esta muerto. La gente quiere ver guerra, ataques, tios retorciendose encima de la bici. Eso es lo que vende y si no eres el Tour debes apostar por este tipo de etapas. Etapas en las que pones la tele y ves un grupo de no más de 20 corredores, la moto hace un repaso de cada uno de ellos y ves a Contador, Nibali, Basso, Rujano, Purito, Scarponi... y piensas "que narices ha pasado, en este grupo solo van los favoritos, irán con adelanto?" pues no, ves que aun quedan 60 quilómetros a meta y 2 puertos durísimos por delante y los gallos ya van solos, sin gregarios, preparados para lucha cuerpo a cuerpo con el cuchillo entre los dientes, para hacer carnaza con el primero que muestre debilidad y echarlo a los leones. Esto no lo consigue ni el Tour, ni la Vuelta por mucho que se empeñen.
Otro de los motivos por el que me quedo con el Giro, dejando de un lado el recorrido, es el público y los montajes del final de vuelta, cada año en una ciudad distinta, pero en todas ellas consiguen hacer de la última etapa un show que deja impresionado a todo el que lo esta viendo, con un toque diferente, con el sello Giro. Con el trofeo más bonito de las 3 grandes de largo, un maillot de líder que pese a no tener nada, de color rosa listo, siempre consiguen colocar una franja con la bandera italiana o algún toque que le da mucho estilo y que gusta a la gente. Y si ya, gracias a la poca cobertura de las televisiones españolas tienes la suerte de descubrir la RAI y seguir las etapas en la televisión italiana... entonces ya no cambias el giro por nada. Comentaristas buenos y como guinda el programa Il processo alla tappa, donde en un plato montado en la misma linea de llegada se comenta y debate la etapa e invitan a un par o tres de ciclistas, protagonistas de la etapa o que luchan por la general para entrevistarlos y que den sus opiniones... y todo esto quitándose tiempo de su descanso.. Estas cosas hacen diferente y especial el Giro.
Ante un producto tan bueno, no puedo entender porque en España las televisiones no apuestan por una carrera en la que con una buena propaganda podría conseguir captar miles de aficionados en nuestro país, porque tiene todos los ingredientes necesarios para que la gente lo siga y se enganche. Lo peor de todo, ya no es que no apuesten por el producto, sino que ni cuando uno de los grandes de nuestro país, como es Purito, gana una etapa y se pone líder consigue que las televisiones nacionales le den la importancia que de verdad tiene. Es una pena, y lo que más rabia me da, es que cuando llegue Purito de rosa a la última etapa, porque creo que este va a ser su giro, lo merece, es un batallador nato, un ciclista que se cuida como pocos y meticuloso en todo, cuando llegue ese día aparecerá el político de turno, ese que se irá de viaje con nuestro dinero, llevando con él un séquito de vividores, el mismo que junto a sus compañeros ha hundido en la miseria este país, este personaje tendrá la jeta de salir por su cara bonita en las fotos y colgarse medallas que evidentemente no le pertenecen, haciendo ver que de verdad apoya al ciclismo. En ese momento el político se merece el desplante del corredor. Porque es muy fácil querer estar en estos momentos, pero cuando este deporte va dando tumbos por los "escándalos", escándalos porque así nos lo quieren vender, en ese momento todos estos de las fotos desaparecen y esperan tiempos de bonanza para volver a aparecer. Como punto final, aquí os dejo la imagen que muchisima gente ayer no pudo ver en sus casas.
